Las visitas al odontopediatra pueden ser muy incómodas para los niños. Es por ello que se recomienda sedarlos en muchos casos, especialmente si se llevará a cabo alguna limpieza profunda, extracción o tratamiento.
¿Cuáles son las opciones para sedar a los niños?
La sedación para niños en el área odontológica puede ser requerida si la visita les causa mucho dolor. Hay varias opciones a las cuales puede recurrir el odontopediatra con el permiso de los tutores del menor.
Óxido nitroso
Este es el sedante más común para los niños en sus visitas al dentista. Es comúnmente conocido como el gas de la risa. Con este gas pueden relajarse sin llegar a quedarse dormidos totalmente. Es el método más simple y menos invasivo.
Anestesia general
La anestesia general puede ser requerida si es necesario practicarle un procedimiento más estricto al niño. En ese caso, se quedaría totalmente dormido y no sentiría nada durante la intervención.
Para poner este tipo de sedante es necesario que el dentista esté bien capacitado. Aunque también puede contar con la ayuda de un anestesista profesional. Esto solo se suele hacer en hospitales o centros especiales.
Sedación leve
La sedación leve se lleva a cabo con una serie de medicamentos que dejarán a tu hijo despierto, pero relajado. Quizás luego no recuerde partes de la visita, pero prestará atención durante todo el rato. Se suele utilizar en niños más grandes.
Sedación moderada
En este caso, los pacientes se quedan adormecidos. Es un tipo de sedación para niños con el cual se despiertan fácilmente, aunque puede que no recuerden mucho después.
Sedación profunda
Finalmente, con la sedación profunda, el pequeño dormirá durante todo el proceso. La manera en la que se aplica el sedante es por la vía intravenosa. Se necesita de la ayuda de especialistas en este caso.