La salud bucal y el estado de nuestros dientes puede verse afectado por muchos factores. Son muchas las acciones que realizamos de manera cotidiana, casi de forma inconsciente, pero que igualmente perjudican el estado de nuestra salud dental. Hoy hablaremos de cuáles son los malos hábitos que sabotean tu salud dental.
Uso inadecuado del cepillo dental
Algunos de los malos hábitos comienzan por el mal uso del cepillo de dientes. Además, un uso inadecuado o agresivo del cepillo dental también puede desgastar los dientes.
Evita cepillarte los dientes con mucha fuerza, ya que esto no eliminará más las bacterias, sino que ocasionará daños en tus encías y desgaste del esmalte. El cepillado debe ser suave y con movimientos circulares.
Si quieres saber cuál es la forma correcta de cepillarse los dientes, te lo contamos en ese otro artículo de nuestro blog.
Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer
No siempre es una buena idea cepillarse los dientes justo después de comer. Dependiendo de lo que hayas comido, es mejor esperar una media hora antes de cepillártelos, porque podrías dañar el esmalte.
El motivo es que nuestra boca tiene un pH neutro de acidez. Cuando comemos, hay un aumento de la acidez en la boca que reblandece el esmalte. La saliva tiene el poder de neutralizar esta acidez para que el esmalte vuelva a endurecerse, pero tarda aproximadamente media hora en completar el proceso.
Morder un lápiz
Esto obviamente también es un mal hábito. Morder un lápiz de manera compulsiva mientras estamos en clase o en el trabajo (así como las capuchas de los bolígrafos o rotuladores) puede dañar con mayor facilidad las piezas dentales. Los daños pueden ser desde desgaste del esmalte, hasta el desplazamiento de piezas dentales.
Apretar y rechinar los dientes
Apretar o rechinar los dientes también provoca desgaste y rotura de los dientes. Este “hábito” es conocido como bruxismo y, en odontología, se trata más bien de una condición. Pero puedes estar tranquilo, puesto que el bruxismo es tratable y puede solucionarse con el uso de férulas de descarga.
Morderse las uñas
La onicofagia o morderse las uñas es uno de los hábitos más perjudiciales para nuestros dientes: por un lado, la fricción entre las uñas y los dientes favorece el desgaste del esmalte; por otro lado, aumenta la posibilidad de caries debido a la entrada “extra” de bacterias procedente de las uñas; por último, nuestra mandíbula también sufre por el continuo movimiento y podemos llegar a desarrollar trastornos en nuestra articulación temporomandibular (ATM).